Rutte había viajado al país del norte de África el domingo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro italiano, Giorgia Meloni, para superar los últimos obstáculos menores.

Ya había optimismo previo de que se podría llegar a un acuerdo con el presidente Kais Saied. A cambio de apoyo financiero, el gobierno tunecino tomará medidas para detener el cruce clandestino de migrantes. Además, también se alcanzan acuerdos en otros temas. Túnez necesita ayuda porque la economía del país está en una situación desesperada.

El trío también estuvo en Túnez hace más de un mes. En ese momento no fue posible llegar a un acuerdo sobre migración, pero ya se habían concluido los primeros acuerdos. Muchos inmigrantes parten de Túnez en barco hacia Europa, principalmente hacia Italia.

Luego se prometió a Túnez 900 millones de euros en ayuda financiera. Pronto estarían disponibles otros 100 millones para el control fronterizo y el retorno de los migrantes. Para hacer frente a los primeros problemas, el país recibió de inmediato 150 millones.

Uno de los problemas fue que una gran cantidad de dinero de la UE, en forma de préstamos, está vinculado a un programa de reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 1.900 millones de dólares, dijeron fuentes internas. El gasto de los 100 millones también estaba todavía en negociación.

Plan

El acuerdo tunecino se presenta ahora a los países de la UE. La Comisión Europea quiere concluir este tipo de acuerdos con más países de Europa. El acuerdo con Túnez debería servir como modelo, dijo Von der Leyen a fines de la semana pasada. En 2016, la UE firmó un acuerdo migratorio con Turquía.

El acuerdo también generó críticas. El presidente autocrático Saied reprime a la oposición. También se critica el trato a los inmigrantes en Túnez. A principios de este mes, cientos de inmigrantes fueron enviados al desierto en la frontera con Libia después de los disturbios en Sfax.