Caos total reinó el vuelo de Ryanair de Málaga a Milán el pasado 19 de julio. Una vez que los pasajeros ocuparon sus asientos, la salida de la ciudad portuaria española se retrasó varias horas, dejando el avión permanentemente en tierra, expuesto al sol abrasador.

Con un sistema de aire acondicionado en funcionamiento a bordo, esto no habría sido un problema, pero la tecnología falló. Los pasajeros quedaron atrapados en el avión sin aire acondicionado durante unas tres horas. La temperatura exterior alcanzó un máximo de 42 grados ese día. Las imágenes en las redes sociales muestran a los pasajeros resoplando y tratando de mantenerse frescos. Según varios testigos, la aerolínea no hizo casi nada y casi no recibieron bebidas frías.

Algunos pasajeros sufrieron ataques de pánico, mientras que otros se desmayaron. Fue solo después de tres horas y la intervención de una ambulancia que los pasajeros pudieron abandonar el avión. El vuelo finalmente se retrasó más de doce horas.

El influencer italiano Marco Ferrero que estaba a bordo pensó que era «el peor vuelo de su vida» y compartió su historia en TikTok. En el video explica que en algún momento realmente creyó que no podía respirar y que algo le iba a pasar. “El aire acondicionado no funcionaba porque estaba conectado a un segundo motor que se estaba descargando. Era como estar en una sauna, pero con la puerta cerrada. Pero en una sauna, puedes salir cuando quieras. Ese no fue el caso aquí”, dijo el influencer.

Ryanair respondió al incidente diciendo que el vuelo se retrasó debido a «un problema técnico menor» con el avión. “Para no perder la hora de salida, los pasajeros permanecieron a bordo mientras los técnicos realizaban el mantenimiento de la aeronave. Desafortunadamente, el avión no fue liberado a tiempo, lo que provocó que perdiera su candado y los pasajeros desembarcaran”, dijo la aerolínea.