23 inmigrantes africanos ya han muerto por las heridas sufridas cuando asaltaron las vallas fronterizas del enclave español de Melilla en Marruecos.

El viernes, unos 2.000 migrantes y/o refugiados intentaron entrar en Melilla.

En este último informe, las autoridades de la provincia de Nador hablan de 18 migrantes y un miembro de los servicios de seguridad que permanecen bajo observación médica, además de 23 muertos. El número de muertos podría seguir aumentando.

Unos 130 migrantes lograron llegar a Melilla.

Era la primera vez que un numeroso grupo de inmigrantes intentaba llegar a España y por tanto a la Unión Europea vía Melilla desde la normalización de relaciones diplomáticas entre Rabat y Madrid. Cuando los países se pelearon por el estatus del Sáhara Occidental el año pasado, grupos de miles de inmigrantes asaltaron los enclaves de Melilla y Ceuta durante el verano. Tras el estrechamiento de los lazos, la policía fronteriza marroquí recuperó el control de la situación.

«Ataque organizado por la mafia»

Madrid denunció este sábado «un ataque» a la integridad territorial española. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó la tragedia como «un ataque violento, protagonizado por la mafia dedicada al tráfico de seres humanos, contra una localidad situada en territorio español». Sánchez elogió la labor de los servicios de seguridad marroquíes.

Melilla y Ceuta, en el norte de Marruecos, son un destino prioritario para los inmigrantes y refugiados africanos, lo que les permite llegar a España y la Unión Europea sin cruzar el Mediterráneo. España, por tanto, paga mucho dinero a Marruecos para vigilar la frontera. Las dos pequeñas parcelas de tierra han sido propiedad europea durante 600 años y albergan a 170.000 personas. Ceuta se encuentra justo al sur de Gibraltar y Melilla a 225 kilómetros al este. Marruecos también reclama los territorios.