Estas intensas lluvias, que según los especialistas llegan demasiado tarde para solucionar la grave escasez de agua, han afectado principalmente a las regiones del sureste, en especial a las provincias de Almería y Alicante. En Madrid también cayeron lluvias torrenciales que cerraron algunas vías y provocaron retrasos en varias líneas de metro al fluir una gran cantidad de agua por los pasajes subterráneos.

Según la Aemet, el servicio meteorológico español que ha puesto en vigilancia a parte del país, las lluvias deberían caer con fuerza en los próximos días. Además, el riesgo de tormentas eléctricas, granizo y fuertes rachas de viento es muy alto. “Esto significa que se puede hacer una contribución significativa al déficit de lluvias que nuestro país enfrenta desde hace varios meses”, parece. Las consecuencias para el sector agrícola en particular son importantes.

Según los especialistas, estas lluvias torrenciales -que tienden a escurrirse en lugar de infiltrarse en el suelo- son insuficientes y llegan demasiado tarde para acabar con la escasez que sufren las aguas subterráneas y las cuencas hidrográficas.

El Ministerio español para la Transición Ecológica dice que el nivel de estos embalses cayó al 47% de su capacidad en la última semana de mayo. A modo de comparación: la media de los últimos diez años en esta época del año es del 68,1%. Según la Aemet, España vivió el abril más cálido y seco desde el inicio de las mediciones meteorológicas en el país. Esta ola de calor siguió a varios meses de sequía.